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El propietario de una fábrica de queso fue aplastado por el parmesano.

En el almacén había unas 25.000 cabezas de queso y las estanterías tenían 10 metros de altura. Los agentes de policía que reconstruyeron los hechos sugirieron que la estantería se rompió cuando Chiaparrini comprobaba la madurez del queso.

La quesería de Giacomo Chiapparini producía Grana Padano desde 2006.

Anteriormente se informó de que funcionarios de aduanas de EE.UU. descubrieron e incautaron un cargamento de queso relleno de cocaína. Intentaba introducirlo de contrabando en el país un estadounidense de 22 años procedente de México.

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