Un residente de la ciudad estadounidense de Jonesboro, Arkansas, perdió 56 kilos en dos años y medio, trabajando en sus malos hábitos y sin renunciar a sus comidas favoritas. Así lo informa el New York Post.
Chris Terrell, de 38 años, ha declarado que siempre ha sido más gordo que sus compañeros y que ya a los 15 años pesaba 90 kilos. El estadounidense ha intentado varias veces adelgazar con diversas dietas e incluso ha perdido peso, pero todo acababa en fracasos, tras los cuales engordaba aún más kilos de los que había perdido antes.
En 2019, Terell decidió tomarse en serio la salud, en ese momento su peso era de 131 kilogramos. El hombre se dio cuenta de que el peso que había perdido volvía cada vez, ya que se restringió por un tiempo y luego volvió a un estilo de vida poco saludable. Entonces empezó a trabajar para eliminar los malos hábitos: dejó de pasar largos periodos de tiempo jugando al ordenador y viendo la tele y abandonó el consumo excesivo de alimentos poco saludables. Terell decidió dejar su trabajo poco querido y separarse de su novia, cuya relación con él hacía tiempo que había caducado.