El propietario de una fábrica italiana de queso parmesano ha quedado atrapado bajo una pila de escombros. Así lo informa The Local.
Chiapparini, quesero de 74 años, fue aplastado por las cabezas de queso en su propio almacén de Bérgamo (Lombardía). La causa del trágico incidente fue la rotura de una estantería. La caída del queso creó un efecto dominó, derrumbando por completo decenas de estanterías vecinas. Miles de cabezas acabaron en el suelo, sepultando al hombre que se encontraba debajo.
Los equipos de rescate que acudieron al lugar tuvieron que retirar a mano los escombros de queso. Según el bombero Antonio Dusi, la operación de búsqueda duró 12 horas. Todos esperaban que Chiapparini hubiera sobrevivido, pero el quesero no pudo salvarse. Cada cabeza de queso duro Grana Padano pesa unos 40 kilos y el hombre quedó aplastado bajo su peso.